23 de septiembre de 2007

Peeling the female turkey


Estoy leyendo "El cuarto de al lado" de Gustavo Martín Garzo y cual no habrá sido mi sorpresa al encontrarme:

"Pelar la pava

Hacer la corte, pasear la calle, pelar la pava, acaramelarse, comerse con los ojos, arrastrar el ala... son algunas de las frases que suelen referirse a los asuntos que tienen lugar entre los enamorados. Cualquier lengua está llena de frases así, de forma que hasta el hablante más prosaico se sirve del lenguaje figurado de la poesía para expresarse. "Perder la cabeza" es ofuscarse; y "beber las palabras", escuchar con atención. Te detienes en una de ellas: "Pelar la pava". Según parece, su origen reside en una graciosa anécdota andaluza. Una madre manda a su hija a desplumar una pava, y ella se pone a hacerlo en el balcón por donde en esos instantes pasa su enamorado. Ambos se ponen a hablar, y como tarda en volver, la madre le grita desde dentro cada poco: "Niña, ¿qué haces?". A lo que ella contesta: "Espera, madre, que estoy pelando la pava". ¿Habría dado lo mismo que la chica limpiara lentejas? Sí y no, ya que a la tarea que no se acaba se añade en el caso de la pava la picardía del cuerpo que se tiene que desnudar. Desnudarse con los ojos, ¿no es eso lo que hacen los enamorados cuando están juntos? Su luz es entonces la de las frutas lavadas, la de la harina recién molida, la de las aves que, desplumadas y limpias, aguardan la hora de los cocineros."

Vale... pero "no more peeling the female turkey"

1 comentario:

kika... dijo...

Eso, eso. Nada de pelar la pava... pero qué anécdota tan interesante...

Besitos.