15 de mayo de 2007

El otro-que-soy-yo

Pues aquí ando por fin, para contaros cosas y que nos conozcamos un poco.
La verdad es que eso de conocerse, o (re)conocerse, es peliagudo. Ni siquiera sé si hay algo inmutable a lo que podamos llamar “nosotros mismos”. Sí creo que morimos y resucitamos muchas veces a lo largo de nuestra vida, con mayor o menor intensidad. Y esas muertes y resurrecciones nos convierten en otro-que-soy-yo. Al principio es raro, hasta que un día desaparece la extrañeza y entonces ya te puedes mirar en el espejo sin preguntarte quién está enfrente.
Mi otra-que-soy-yo de ahora es traviesa, me da sustos y me gasta bromas para conjurar monstruos; lo mira todo con un poco de desconcierto, pero con un cosquilleo de curiosidad. Y con la misma ilusión que cuando estrenábamos cuaderno nuevo.
Me ha convencido de que acepte por fin la invitación de Kikel para traer noticias desde el mar. Siente haber tardado.
Yo quiero que se quede, pero ella todavía, a veces, me saca la lengua cuando me miro en el espejo.

3 comentarios:

kika... dijo...

Le voy a pedir un deseo al mar kikeliano, que no se vaya... Quédate y cuéntanos más...

Bienvenida y muchos besos,
K

Kelly dijo...

Encantada de verte por fin por aquí, a tí o a esa otra que eres tú ahora.

1 beso, guapa

Mar dijo...

Las dos os damos las gracias por el recibimiento. Y muchos besos también.
Hasta pronto.