Homeless (mandadme unos cartoncitos del IKEA)

Mis queridos Fraguels:

Esto de salir de la gruta de los Fraguel ha sido un shock muy duro. Más que nada que en vez de ir en una sofisticada línea aérea como antaño, más bien era como ir en “La Sepulvedana”. Además me ha tocado ir entre Tony Anikpe y el hermano bastardo de LuisRa, menuda mezcla (a uno le sobraban oros y al otro le faltaba la guitarra).

Cuando he llegado el “sofisticado” servicio de handling de la compañía aérea me había hecho una inspección de maleta en busca de no sé qué, porque esta vez no se han llevado nada. Luego me he ido a aquilar el coche, y eso ha sido el momento del día que más he disfrutado: es un precioso Ford Focus al que he bautizado “la bala plateada” jijijiji.

Y ahora venía el momento más escabroso: mi alojamiento. No sabía qué iba a pasar. Y lo más grave es que a las once y media todavía no sé qué va a ocurrir ya que estoy en el cuarto de estar de las suecas con las ventanas abiertas y aquí hay más polvo que en la escombrera de los curris, y no sólo del polvo orgánico…

Presiento que esta va a ser una noche muy largaaaa.