1 de julio de 2007

Mirando

Cuando acepté este trabajo fue un poco para dejar de mirar hacia atrás. Me pasó igual hace tres años cuando me fui a Torquay. Recuerdo que empezó igual que ha empezado todo este año: con una frustración tan grande que se me caían los lagrimones. Ya parece que todo se va arreglando más o menos poco a poco, pero me he convertido un poco como San Judas Tadeo, que si no lo veo no lo creo, así que de momento habrá que esperar al día 6.


Ayer volví a hacerme una escapadita por la tarde: me fui hasta Dover. Cuando llegué alli me dí cuenta que el pueblo no vale nda, pero que era impresionante ver los ferries ser azotados por una olas gigantes (os he dicho que hace mal tiempo, ¿verdad?). Miré la guía que me he traído y ponía que lo más bonito de Dover era el castillo, así que allá me fui con el coche subiendo unos cuestorros y la vista era impresionante. Me clavaron nueve libras por verlo (no tenía mi carnet de la uni), y estuve por ahí viendo el recinto. También hay un faro de la época de los romanos y una iglesia Sajona que se llamaba Santa Maria en Castro. (Vaaaale ya sé que Castro es castillo, pero la semejanza de las palabras me recordaba tanto al nombre de mi mami…).


Conseguí sacarme alguna fotejo con el disparador automático. En esta estoy yo en un luugar que se llama, “la vista del Almirante” porque se vé el puerto de Dover. Yo me empeñaba en mirar más allá, todo sea con tal de no mirar hacia atrás.

2 comentarios:

kika... dijo...

Muy bonito, pero apunte religioso, el de "si no lo veo no lo creo" fue Santo Tomás... San Judas Tadeo, aunque rime con la frasecilla, es el abogado de los imposibles. Y de los opositores!!!! ji ji ji...

La hermaníssima dijo...

jajajajaja!Viva mi culturilla religiosa...como se nota que no estudi'e en colegio de monjas