7 de agosto de 2007

Lágrimas negras

Hoy no ha sonado el teléfono a las seis de la mañana, asi que he tenido mucho tiempo para arreglarme. Hoy luce el sol aunque sigue haciendo fresquito, pero aun asi he abandonado la chaqueta en casa, ahi castigada. He subido a la oficina para poder conectarme a internet y ver qué pasa en el mundo. Todo en su orden: abro el MSN, miro los dos correos, miro kikel y kikamagia, y la página de Koven. Hoy como no hay mucho trabajo, he buceado en las profundidades de la planta alcantarilla (literariamente hablando), siempre con la nariz bien tapada para evitar las arcadas.
Y he encontrado una referencia, hacia mi:

"Siempre es agradable tener visitas, aunque yo hoy por fin me he dado cuenta de algo, y es que tengo dos amigos que nunca vendrán a verme. Uno está muerto pero sé que vendría, el otro está atado con un lazo de terciopelo rosa. "

Del susto, me he destapado la nariz y me he empezado a ahogar en la mierda. He temblado y llorado pero me ha dado tiempo a sacar la mano por encima de la inmundicia para ver si la persona a la que según el mayor hijo de puta dice que tengo atada (yo soy el lazo de terciopelo rosa, supuestamente, para los menos espabilados) me sacaba de esto. No ha habido suerte con la persona de la que estoy perdidamente enamorada, pero gracias a Dios estaba Kika para tirar de mi brazo para arriba. Ella sabe lo que es casi ahogarse y sabe lo que hay que hacer.

Me daría igual el comentario en condiciones normales, pero es que esto es una suma de putadas y humillaciones que ya no aguanto más, y la última bofetada ha sido un email que he recibido de ese cabronazo de la misma fecha en que dice que "a ver si arreglamos las cosas no vaya a ser que los palestinos y los israelies lleguen a la paz antes que nosotros". Será cínico e imbécil.

Estoy enamorada de mi pequeño, y él sabe que le quiero, pero no puedo seguir tanta mierda...Con lo guapa que he salido hoy y ahora sólo lloro lágrimas negras.

2 comentarios:

kika... dijo...

Si antes escribo sobre las dos Fridas...

Lo has escrito, y por eso sé que lo sabes. Me he casiahogado tantas veces que normalmente me sorprendo de saber nadar. De poder dar algún consejo. Pero hoy he sentido que con toda tu presencia de ánimo, con toda tu economía emocional, con toda tu fortaleza (física y de carácter) necesitabas que alguien te agarrara de la muñeca y tirase de ti hacia arriba. No tengo los brazos de un culturista (de estudiante de INEF tampoco ji ji ji), ni tampoco toda la fuerza emocional necesaria, pero he tirado de ti porque empezabas a dejar de patalear entre las burbujitas de las aguas negras. Eso es malo, me he dicho. Se ahoga, me he dicho. Así que he hecho lo que he podido.

Ya te lo he dicho, pero lo dejo aquí por si necesitas leerlo. Todo lo que has hecho últimamente por amor es maravilloso. Genial. Pero quizá haya que volver a ponerlo todo en los platillos y ver hacia dónde se inclina el fiel de la balanza. Porque no deseo a nadie que sufra. Porque ya te he dicho que si hace falta pego a ese engendro de ser humano que escribe chorradas sobre lazos de terciopelo rosa (y creo que llamarlo ser humano es un cumplido). No voy a irlo buscando, pero si se cruza conmigo, será mejor para mí y peor para él. Le tengo ganas y no me va a temblar la mano.

No creo en la justicia poética, ni en eso de que la vida da a cada uno lo que se merece. Sólo creo en lo que hacen las personas. En las personas mismas. Así que haré lo que considere conveniente (Queens sabe bien que esa frase tiene consecuencias imprevisibles).

No llores. Ni lágrimas negras ni de ningún otro color. O llora poquito, para limpiarte el alma, y ya está.

Besos desde tu pecera llena de peces... con fotos de una melena con rizos cuyo nombre desconocemos (ay, ay, qué mala memoria ji ji ji)...

K

PS. Espero que lo leas, aunque no creo. De todas maneras, por si llegas hasta aquí, estás avisado. Por escribir chorradas, te llevas la advertencia. La hermanissima no se toca. Y punto.

Anónimo dijo...

Y hablar de alguien que desgraciadamente murió. Qué desfachatez. Debería lavarse la boca (o las manos o el teclado) antes de hacerlo.