7 de junio de 2007

Henar’s Café Américain (capítulo segundo)

Lee el primer capítulo aquí (si te atreves).

- Oui, c’est moi – dijo Lulú, aunque todas las personas que estaban en el bar juraron haber oído güisemuá. – Henar, dile a alguien que me ponga lo de siempre.

- ¿Quién te has creído que eres? – gritó la dueña del café. – Entrar en mi Café, como si nada, pidiendo lo de siempre, creyéndote un personaje de una serie americana. Aquí, de peliculitas y de ínfulas de grandeza, nada. Este es un establecimiento serio, pero de la tierra. Del mismísimo Alcorcón. Aun así, pediré lo que quieres. Un vermú de Reus con una cebollita en vinagre.

- Veo que te acuerdas. Y lo de la cebollita tiene su motivo. Como soy una mujer fatal, mis víctimas siempre aprecian ese regustillo a vinagre que dejo cuando beso. Un aperitivo de la mala vida que les espera – afirmó Lulú con una media sonrisa.

Lulú cogió su copa y se sentó en una mesa al lado del pianista del Café, Sam. Sam era el hombre de confianza de Henar, uno de esos músicos sacrificados que igual tocan los Conciertos de Brandemburgo que “La Barbacoa”. Todo sea por entretener al público.

Sólo fue necesario un “hola” de Lulú para que Sam se quedara pálido, si acaso ello era posible dado su legendario autocontrol.

- Tócala otra vez, Sam.

- Es imposible, señorita Lulú. La canción que usted me pide ha quedado proscrita de este local. Nadie volverá a cantarla nunca más. No me pida algo que no puedo cumplir.

- Sam, no te lo voy a pedir dos veces. Tócala otra vez, por los viejos tiempos. Por aquellas épocas en las que una mujer decente no tenía que recorrerse los bares buscando papeletas premiadas de sorteos de pisos del IVIMA. Por los tiempos en los que se podía pagar el EURIBOR de las hipotecas. Y si no eres capaz de hacerlo por aquellas épocas, hazlo al menos por la era anterior a la ley antibotellón…


¿Cuál será la canción prohibida? ¿Qué busca Lulú en el Café? ¿Caerá algún hombre en sus garras? ¿Podrán pagar la hipoteca los ganadores de los pisos? ¿Le repetirá la cebollita en vinagre?


La respuesta a estas y otras escalofriantes preguntas…
… en el próximo capítulo de...
Henar’s Café Américain
(el folletín)

4 comentarios:

La hermaníssima dijo...

Lulú tendría que haber tomado su vermú con una anchoa de Santoña, que deja sabor saladito... jijijiji

kika... dijo...

Qué malvada eres, hermaníssima. (ji ji ji)...

H dijo...

Guindilla... sé de una que adora las guindillas.... (no seré yo, maestro). Pero el vinagrillo no va mal, no.

Mar dijo...

Sin lugar a dudas, LA opción es la españolísima banderilla. Fusión de la cebollita con su aceituna, su pepinillo... y que incluye la guindilla. Y se puede complementar con unas anchoas, por qué no.
La úlcera de Lulú se lo agradecerá.